postheadericon Deconstruyendo la Psicoterapia: ¿cómo puede la perspectiva existencial contribuir a profundizar y ampliar el proyecto terapéutico?



Prof. Simon du Plock
Jefe de departamento del doctorado y de la post calificación del Instituto Metanoia.
Es uno de los líderes de la Escuela Inglesa de psicoterapia Existencial.

Existe una tendencia creciente en el campo de la terapia que se dirige hacia la democratización de la misma, así como hacia el intento de involucrarse no solamente con la enfermedad o el malestar, sino también con aquello que nos define como seres humanos. David Smail en The Origins of Unhappiness (1996) realiza una crítica radical a como el malestar ha llegado a ser visto como anormal y que requiere de tratamiento.
La salud mental no es meramente la ausencia de enfermedad mental, como quiera que esta sea definida, y el modelo médico se encuentra cada vez más cuestionado por un público más consciente y educado sobre sus derechos. Por todos lados existe una importante contribución por parte tanto de los filósofos académicos, como de la literatura popular de autoayuda, la cual se ha incrementado exponencialmente. Un subgénero ha emergido en torno a encontrar un uso práctico de la filosofía, el cual se desarrolla en 2 ramas: a) el asesoramiento filosófico y b) la filosofía lite.
Los diferentes escritores presentan una imagen de la salud psicológica en la que todos (profesionales, consumidores y público en general) luchan por alcanzar una mayor comprensión de qué significa ser humano y comprometerse con los problemas del vivir.
El asesoramiento filosófico (AF) se originó cuando el filósofo Achenbach abrió en 1981 una oficina en Alemania a los “visistantes”, como él llama a quienes buscan su ayuda. Esta forma no-médica de enfrentarse a problemas no-patológicos se ha expandido desde entonces.
En la perspectiva existencial del AF se sugiere el uso de la “biblioterapia”. Ofrecer o sugerir ciertas lecturas como forma de encontrar medios poderosos para la reflexión. Sin embargo, también se aclara de tener cuidado de sugerirlos como medios “alternativos” a la relación interpersonal, ya que esto podría sobre-simplificar y “manualizar” el sufrimiento, como si se tratara de recetas: “para la tristeza lee tal libro, para los celos este otro, etc.”
Más bien se trata de una invitación a co-investigar y co-construir una “historia de lecturas conjuntas”. Este cambio en la perspectiva de la “biblioterapia” puede producir un profundo efecto en el terapeuta mismo.
Smail (1966) por ejemplo ofrece lo que llama las 3 leyes, y resulta útil reflexionar sobre ellas:
1. Todos queremos agradar.
2. Todos nos sentimos muy distintos, menos confiados, menos capaces; de cómo inferimos que los otros se sienten.
3. Muy pocas de las personas honestas y valientes que han alcanzado algo importante en su vida, no se sienten un fraude. (ob.cit).

A través de reflexionar juntos sobre lecturas como la anterior, hay un cambio en la forma tradicional de entender la terapia misma, ya que el acento no está puesto en lo que el terapeuta puede ofrecer a su cliente, sino en lo que ambos pueden ir encontrando juntos. Esto nos mueve a una forma más democrática de entender lo “terapéutico”.

postheadericon Hans-Georg Gadamer

Gadamer nació el 11 de febrero de 1900 y murió el 13 de marzo del 2002. Abiertamente anti-nazi, se comprometió durante un buen tiempo a un debate abierto con Habermas, e intentó mantener otro similar con Derrida. Fue discípulo y amigo cercano de Martin Heidegger, de quien recibió sus principales influencias. Entre sus obras traducidas al español se encuentran: “Verdad y Método” considerada su obra principal, editada originalmente en 1960 y con una segunda parte editada en 1986; “El Estado Oculto de la Salud”; “El Giro Hermenéutico”; “Mito y Razón”; entre otros.

Gadamer es considerado uno de los principales exponentes de la Hermenéutica: rama de la Fenomenología que consiste en realizar interpretaciones de textos buscando alcanzar un significado lo más cercano posible al originalmente propuesto por el autor de los mismos.
Podemos ver fácilmente como estos estudios pueden resultar útiles para la psicoterapia. Si tomamos en cuenta que toda persona que busca la ayuda de un terapeuta le presenta a éste una narrativa de su ser y su existencia, la investigación conjunta (del cliente con su terapeuta) de dicha narrativa, puede apoyarse de la hermenéutica de Gadamer para realizar un mayor y mejor acercamiento a la realidad del diálogo que se presenta, y que constituye la base de la conversación terapéutica.
Desde el punto de vista de este filósofo, la aplicación popular de la fenomenología (que suele ser de la fenomenología husserliana) fallaría desde su base al intentar realizar una epoche (suspensión o puesta entre paréntesis de la actitud natural de transferir significados precedentes a la experiencia actual es decir, el intento de evitar que cualquier juicio o prejuicio interfiera en nuestra comprensión del fenómeno estudiado) antes de poder describir y comprender la realidad que intentamos conocer, en este caso las experiencias de una persona o grupo de personas.
Siguiendo a Heidegger, quien se distanció del que había sido su maestro (Husserl) entre otras cosas por considerar que no es posible “poner entre paréntesis al mundo”, Gadamer creía que resulta imposible no interpretar: siempre interpretamos, incluso cuando desconocemos o negamos que lo estamos haciendo. Como estableció en su clásico texto, la verdad y el método están profundamente ligados, al grado que no podemos pensar uno sin el otro. Esto significa que cada vez que intentamos comprender la verdad de algo, el método que sigamos para alcanzar nuestro objetivo influenciará de manera importante aquella verdad que lleguemos a conocer. De hecho, en el momento mismo de la percepción estamos realizando ya una interpretación es decir, aquello que percibimos resulta ser en realidad un reflejo de la forma específica como solemos ser y estar-en-el-mundo.
Todos pertenecemos a una cierta sociedad y cultura que nos conforma y moldea a la vez que nosotros participamos de su co-construcción. Por ello, para Gadamer no cabe neutralidad ni autocancelación ante un texto. Aplicando estas ideas a la psicoterapia, diríamos que no resulta conveniente que el terapeuta intente ser “neutral” ante su cliente, ni tampoco que autocancele sus propias reacciones, pensamientos o emociones ante su cliente o las experiencias que éste le narra. Sería más conveniente reconocer que es imposible no realizar una cierta traducción de su narrativa simplemente en nuestra forma de escucharle. Únicamente reconociendo este hecho fundamental podemos llegar a una conversación en la que se reconozca el encuentro presente entre un Yo y un Tú.
Ante cualquier narrativa (o en otras palabras, ante cualquier experiencia que nos narre un cliente), no podemos evitar relacionarnos con la misma incorporando nuestras opiniones previas y prejuicios. De hecho, es un resultado de la ilustración este intento por alcanzar un “conocimiento objetivo”, libre de prejuicios sobre un fenómeno observado. Sin embargo, uno de los principales avances de la fenomenología es el reconocimiento de que tal acercamiento “puro” resulta imposible. Se puede decir que la ilustración nos trajo “un prejuicio contra los prejuicios”.
La invitación de Gadamer resulta útil sobre todo a la psicoterapia de orientación relacional (como es el caso de algunas perspectivas existenciales), ya que si un terapeuta desea establecer un diálogo y encuentro genuino con su cliente, bien podría empezar por reconocer que no puede no interpretar lo que éste le cuente, y que de hecho la narrativa del cliente ya es una serie de interpretaciones a un conjunto de experiencias y fenómenos. Partiendo de esta realidad, en vez de negar los prejuicios presentes, la conversación terapéutica puede centrarse también en el análisis conjunto de dichos prejuicios e interpretaciones que, después de todo, constituyen una de las bases fundamentales de lo que somos: nuestra historia, cultura y redes relacionales que conforman el sustento mismo de nuestro ser.
Terapia Dialogal (Buberiana)

Por: Maurice Friedman

Maurice Friedman, Ph.D. es codirector del Institute for dialogical therapy. Fue discípulo de Buber durante muchos años, y es el principal traductor de sus libros al inglés. Es considerado uno de los principales líderes y pioneros del pensamiento existencial en América. Es autor de: The Worlds of Existencialism, The Healing Dialogue in Psychotherapy, To deny our nothingness, y muchos otros sobre Martin Buber.
La terapia dialogal se basa en la idea del Yo-Tu de Buber que marca la invitación a una relación abierta y presente al otro mientras se permanece abierto y presente ante sí mismo. Esto se conoce como la “sanación a través del encuentro”.
El siguiente artículo completo aparece en el libro: The Psycology of Existence. Shneider y May (1995).

En mi libro The Worlds of Existencialism, señalé un punto crucial que divide a los existencialistas y que no ha sido suficientemente reconocido: ya sea que el self sea visto como central, y que la relación con otros sea parte de este self; o que la relación en sí misma sea vista como central y que el self surja precisamente a través de dicha relación.

Este asunto también está presente en la psicoterapia existencial… la terapia dialogal comienza con el “entre” como la base de la realidad.

Por terapia dialogal nos referimos a aquella terapia que se centra en el “encuentro” entre terapeuta y su cliente como el modo central de sanación… sólo cuando se reconoce que todo lo que ocurre en la terapia (asociaciones libres, sueños, silencio, dolor, angustia, etc.), tiene lugar como una reflexión de la relación vital entre terapeuta y paciente, entonces podemos hablar propiamente de terapia dialogal.

Lo que es crucial no son las habilidades y herramientas del terapeuta, sino lo que tiene lugar entre el terapeuta y el cliente y entre el cliente y otras personas. Lo que mi esposa, Aleene Friedman llama el compañerismo sanador. Sólo una persona que es considerada un compañero es percibido en su totalidad existencial. …Esta conciencia sólo es posible si, el otro no es para mí un objeto de mi observación. Sólo cuando logro verlo en su totalidad y hacerlo presente para mí en un diálogo genuino.

Lo que es esencial no es lo que ocurre dentro de las mentes de los compañeros en una relación, sino lo que ocurre entre ellos. Por esta razón Buber se oponía fuertemente al psicologismo que desea remover la realidad de la relación y basarla en las psiques separadas de los participantes. “el crecimiento y desarrollo del self no tiene lugar, como a la gente le gusta creer hoy en día”, escribe Buber, “a través de la relación con nosotros mismos, sino a través de haber sido presentes para otro y saber que somos presentes para él o ella” (Buber, 1988, p. 61). Ser presente para una persona es el corazón de lo que Buber llama confirmación.

La confirmación es interhumana, pero no simplemente social o interpersonal, a menos que uno sea confirmado en su unicidad como persona es que es propiamente confirmado. La confirmación del otro debe incluir una experiencia actual del otro en la relación, entrando en la vida del otro para, hasta cierto punto, imaginar lo que el otro siente, piensa y sabe; y agregarle nuestro propio deseo de ser aprehendidos. …

La inclusión o imaginación de la realidad del otro, debe ser distinguida de la empatía, que va al otro lado de la relación pero la identificación permanece en uno mismo sin ir hacia el otro. … Sólo la inclusión puede producir la confirmación que el terapeuta ofrece para remplazar la desconfirmación que el paciente ha experimentado en su familia y comunidad.

… Aunque puedan usarse un buen número de estrategias y técnicas, estas siempre son vistas como secundarias. En contraste la relación, de manera experiencial es vista como primaria.

Se ofrece al cliente 3 posibilidades:

1. Una relación real
2. La oportunidad de experimentar dentro de esta relación
3. La oportunidad de tener la experiencia de sí mismo experimentándose en una relación.

En el próximo mayo del 2009 contaremos con la presencia de Rich Hycner, el actual principal expositor de este enfoque terapéutico.
Para mayores informes comunicarse al 5639-34-91.
informes@psicoterapiaexistencial.com

Psicoterapia Existencial

Es un enfoque psicoterapéutico que fundamenta su aproximación al ser humano en las propuestas de los filósofos existenciales. Hermana de los enfoques Existencial-Humanistas (como en Enfoque Centrado en la Persona, Logoterapia y Terapia Gestalt), la Psicoterapia Existencial consiste en una profundización en la visión del terapeuta y en una sensibilización hacia los temas existenciales; así como en el desarrollo de una práctica terapéutica especialmente relacional.
Es esencialmente un enfoque filosófico que al abordar los problemas y asuntos que emergen y provocan estrés, los considera consecuencia de las dificultades encontradas por el hecho de vivir, en vez de indicadores de una enfermedad o de salud mental.
La meta de la Psicoterapia Existencial es clarificar y promover la comprensión de la vida tal como cada persona experimenta.
La Psicoterapia Existencial ve a la persona fundamentalmente en relación con los diferentes factores y las dificultades de la existencia. Se considera que el poder sanador de la relación terapéutica es extremadamente importante.
La Visión Existencial describe a la persona viviendo entre las circunstancias que le ofrece y sus propias decisiones en respuesta a él.
Desde esta perspectiva, resulta útil entender las diferentes crisis y dilemas cotidianos a partir de las distintas dimensiones en que experimentamos la existencia: Corporal/Física, Social/Emocional, Personal/Intima y Espiritual/Sentido.

Círculo de Estudios en Psicoterapia Existencial


Somos un grupo de personas dedicadas a la investigación, estudio, profundización, exploración y difusión de la Visión Existencial en Psicoterapia.
Desde su formación en noviembre del 2002, el Círculo de Estudios en Psicoterapia Existencial tiene como principal actividad el Programa de Formación en Psicoterapia Existencial; así como el Diplomado en Visión Existencial Aplicada al Desarrollo Humano y talleres con especialistas internacionales de renombre en el campo de la psicoterapia de orientación existencial.
Fundador y Coordinador General:
Yaqui Andrés Martínez Robles
• Lic. en Psicología. Maestría en Psicoterapia Humanista.
• c.a. Doctorado en Psicoterapia
• c.a. Certificación Internacional en Psicología Transpersonal y Respiración Holotrópica por el Dr. Stanislav Grof
• Miembro de The Society for Existential Analysis con sede en Londres.
• Representante para México y América Latina de The International Collaboration of Existential Counsellors and Psychotherapists.

Programas de Formación

Diplomado en Visión Existencial Aplicada al Desarrollo Humano
Programa de Formación en Psicoterapia Existencial
Psicoterapia de Grupos con Orientación Existencial
Supervisión Existencial
Sexualidad para Psicoterapeutas Existenciales
Talleres Internacionales

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